El teléfono sonó en la hora de la siesta
rompiéndome el corazón
nublándome la mirada
anegando mi alma entera
de insoportable dolor
Eras mi amigo querido,
tan necesario, tan especial
que no perdono a la muerte
que se te quiso llevar
Han sido tantas las veces
que te he buscado y no estabas
fue tan injusto, tan prematuro
que te marcharas.......
Era tan fácil quererte!!
es tan difícil no tenerte!!
Te sigo queriendo tanto
y te echo tanto de menos
sigues en mí tan presente
que sigo hablando contigo
cada vez que me apetece
En cada una Navidad
tu recuerdo se hace vivo
tus ojos color de cielo
vuelven para hacerme un guiño
Y me invitas a brindar
y brindo con el amigo
por los momentos vividos
por el tiempo compartido
por una amistad eterna....
la nuestra, querido amigo!!
Carmen Rocamora
(contadora de historias)
23 de diciembre de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario