Me asusta el silencio
que tienen los perros
en esta noche calma,
donde la luna madura
arranca un brillo azul a la guadaña,
y donde los muertos
ser remueven en la tierra,
-como esquejes, llegada la primavera.
Esta es la noche que nunca acaba
y que trae al día que nunca llega.
Los árboles se visten de cuerdas
que adornan de muerte sus ramas,
-como telarañas de seda-
que reclaman los cuellos rotos
para hacer de la noche su verdugo
y despertar al día de luto.
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José Antonio Navarro i Ballesta
"Palabras a la deriva" Anuesca.
Ed. Albahaca, 2008
Castillo de arena, Playa de El Campello, Julio 2012 |
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