HOMENAJE A GARCÍA LORCA

Los amantes de la poesía, de la mano de ANUESCA, se reunieron el pasado domingo en el "Rincón del Poeta", en el centro de Alicante, donde se encuentra la casa en la que nació Carlos Arniches. Se propusieron homenajear a un poeta el último domingo de cada mes y lo han cumplido. 

En esta ocasión, el encuentro sirvió para añorar al gran Federico García Lorca. Una agradable sorpresa encontrarse este pequeño rincón, rodeado de palabras entre sus paredes, en medio de una travesía del centro comercial tradicional. Le da un sesgo romántico y soñador, al que se une la cercanía a la plaza de Gabriel Miró. Allí, los poetas, cantautores y amigos declamaron a Lorca, cantaron sus letras y lo recordaron. Ésta es nuestra pequeña contribución a su esfuerzo y, por siempre, al poeta granadino.

Poesías en las paredes de la calle Golfín, Alicante

Homenaje de ANUESCA

Romance sonámbulo (G.Lorca)

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.

José Manuel Baldó (guitarras, armónica) y David Luis (guitarra y voz)

José Luis Castejón

Muerte de Antoñito El Camborio (G.Lorca)
A José Antonio Rubio Sacristán

Voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
Voces antiguas que cercan
voz de clavel varonil.
Les clavó sobre las botas
mordiscos de jabalí.
En la lucha daba saltos
jabonados de delfín.
Bañó con sangre enemiga
su corbata carmesí,
pero eran cuatro puñales
y tuvo que sucumbir.
Cuando las estrellas clavan
rejones al agua gris,
cuando los erales suenan
verónicas de alhelí,
voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.

Manolo Condevolney

Fotos de Pedro Lencina:

Romance de la luna, luna (G.Lorca)

La luna vino a la fragua
con su polizón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye, luna, luna, luna,
que ya siento los caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado

Violeta Gambín

Harmonie Botella, en primer término, y otros enamorados de la poesía

youyube-Homenaje a Federico García Lorca

ANUESCA

Autor video: Pedro Lencina