viernes, 6 de enero de 2012

Nicolas Cage vs Beethoven


Hoy, en medio de una siesta de esas que hacen historia, con el sopor típico que me provoca la nata del roscón, he abierto un ojo y me ha parecido ver a Nicolás Cage con cara de preocupación. La verdad es que no le he hecho el más mínimo caso, porque siempre tiene la misma cara de "pasmao" en todas sus películas. Cosa de la variedad de registros que tiene el chico. Sin embargo, mis ojos han hecho un segundo e, incluso, un tercer y cuarto intentos. Nada, imposible. Absolutamente inerte. Y, cuando ya creía que toda la Navidad junta estaba confabulando en mi contra, incluida la uva que me atacó por el galillo izquierdo, la noche de fin de año; de repente, mi cuerpo ha comenzado a reaccionar, al tiempo que el sofá dejaba que me deshiciera suavemente de su abrazo. Ha costado, pero lo he conseguido.

Trailer de la película "Señales de futuro".
Efectivamente, en la televisión estaban haciendo una peli de Cage. Ni idea de cuál era, sin embargo sí me he dado cuenta de que iba a producirse un cataclismo demoledor (finalmente he sabido que el título era "Señales de futuro", estrenada en 2009). Y, para desgracia de toda la humanidad junta, solamente un niño y una niña eran los seleccionados para salvarse. Se preguntarán, ¿quién iba a salvarlos? Pues, ¿quién iba a ser? Los marcianos. Unos marcianos, disfrazados de marcianos, porque mira que podían haberse esforzado en disimular un poco más. 

Bien, llegados a este punto, me he levantado para dar buena cuenta del último nevadito al que pienso hincarle el diente en lo que queda de año y, de repente, la he oído.  Los compases me han atraído desde la cocina y me han envuelto totalmente, hasta dejarme llevar como una autómata hasta el lugar de donde procedían. El mundo se ha paralizado y Beethoven lo ha sustituido. Se trataba de la 7ª Sinfonía (Allegretto). Ya no sé cómo ha terminado la peli, ni qué han hecho las extrañas naves extraterrestres con los niños,.. ni falta que me ha hecho (porque digo yo, si haces una nave, hazla como Dios manda, y no con enormes aristas puntiagudas mirando al firmamento). Es lo que tiene poner a una mala película una música tremenda, que te eclipsa el film.

Sólo sé que he seguido el resto de la tarde escuchando ésta y otras piezas de Beethoven y que ha sido una maravillosa casualidad acabar con él, y su música, estas fiestas. Año 2012, ¡ahora sí estoy preparada!.

Beethoven, Symphony No 7, II Karajan, Filarmónica de  Berlín

C.Cano
(05.01.12)

1 comentario:

  1. Muy bueno. Los escasos segundos en los que suena la séptima son los únicos que merecen la pena. Saludos

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